La vista no es innata en los seres humanos y un niño tendrá que esperar 5 años para conseguir una agudeza visual total. Los primeros años del bebé son ricos en nuevas experiencias visuales, que ayudarán a su vista en un aprendizaje gradual.

 

LA VISTA DEL BEBÉ SE CONSTRUYE PASO A PASO

La información que recibe del mundo un niño está relacionado directamente al 90% con lo que ve. Sin embargo, a diferencia de otros sentidos, la vista requiere de un largo aprendizaje para entender lo que le rodea.

Este desarrollo tan progresivo impide a veces detectar un trastorno ocular naciente. Del mismo modo, la inmadurez del ojo y, por lo tanto, de sus sistemas de defensa requiere una vigilancia constante. Nuestro consejo: no pase por alto nada que tenga que ver con el progreso de su bebé.

LA EVOLUCIÓN DE LOS OJOS DEL BEBÉ

Su primera visión del mundo

Al nacer, el niño recibe una fuente de luz directa a los ojos. Para él, “se hizo la luz”, pero aún no la nitidez, ni la profundidad de campo. La visión del recién nacido puede alcanzar, como máximo, 20 centímetros, sólo lo suficiente para percibir la cara y el pecho del que tiene que comer.

El desarrollo de la agudeza visual

Hasta los 3 meses, el recién nacido percibe su entorno a través de sombras y formas distintas y es muy sensible a las luces brillantes. Por tanto, recomendamos a los padres una iluminación suave y movimientos lentos con el bebé.

El ojo se desarrolla y el bebé será capaz de captar los contornos de un objeto como un lápiz a los 6 meses y de un cabello, a los 18 meses. Pero, incluso a esa edad, su vista sigue estando sólo a la mitad de su capacidad.

Entretanto, el bebé adquiere la capacidad de ver un objeto en movimiento alrededor de los 4 meses y ve cómo su visión se expande. En estas nuevas informaciones sensoriales entra también el color.

Al blanco y negro con el que se nace se le mezcla el rojo y el verde (a los 2 meses) y, después, el amarillo y el azul (a los 6 meses). Por eso, en los juegos de aprendizaje para su bebé a menudo abundan las formas y colores.

Una evolución para vigilar de cerca

Es una evolución lenta, pero ¿son normales los ojos de su hijo o sufren de algún trastorno visual? A veces es difícil notar la diferencia.

Especialmente cuando el niño, por su gran capacidad de adaptación, compensa un trastorno incipiente estimulando el otro ojo. Por eso, su problema sólo saldrá a la luz en el momento en el que sus dos ojos lo sufran.

En caso de duda, siempre se debe consultar a un médico. En cualquier caso, una visita obligatoria para detectar cualquier defecto de la vista ha de producirse entre los 9 y los 18 meses del bebé. Le aconsejamos comprobar los ojos una vez al año.

Se estima que más del 30% de los niños de entre 6 y 14 años tienen uno o más defectos visuales, según la Encuesta de Salud Visual de 2010. Nuestro consejo: ¡cuide al niño!

 

IMPORTANTE: LAS SEÑALES ANTE LAS QUE DEBE ESTAR ALERTA

Un ojo más vago que el otro. Un ojo se vuelve opaco o rojo. Estrabismo persistente después de 5 meses. Un niño que mira principalmente de un lado o se acerca mucho para ver, etc.

Hacer una foto con flash de la cara de su niño permite detectar a veces un reflejo de la retina: una mancha blanca suplanta entonces los famosos ojos rojos. Esta coloración anormal de la pupila puede alertarle sobre la presencia eventual de un tumor de la retina.

Una detección visual precoz es primordial y suelen producirse en las consultas con el pediatra. A la menor duda, póngase en contacto con su oftalmólogo. Usar gafas equipadas con lentes adaptadas puede ayudar a corregir rápidamente los defectos identificados.

Fuente: Essilor

08 agosto 2020 — RoloiCeroni-Dev Admin